
La Malacrianza es todo lo que su nombre representa. Suspiro, manjar, brownie de trufa, nutella, suspiro, fresas y más chocolate. Y claro, puede sonarte empalagosa pero en realidad el balance lo dan las frutillas frescas y utilizar un chocolate oscuro. ¡Qué delicia!
Este postre lo cree cuando vendía dulces (no, no vendo dulces… soy profesora) y a la gente le encantaba llamarme a decirme “Hágame la Malacrianza” ¡divertidísimo!
Resulta que muchas cuentas empezaron a imitar mi Malacrianza y me sentí copiada pero ofendida que me copien mal, por lo que empecé a compartir mis recetas, cree un blog y descubrí que cuando compartimos, crecemos.
La Malacrianza tiene un lugar especial en el corazón de mi cocina. Es la primera vez que comparto esta receta. ¡Gracias por acompañarme en esta aventura!